La película El crimen del padre Amaro obtuvo nueve Premios Ariel en su 45ª edición, con su director, Carlos Carrera, siendo considerado el mejor. Se explica que el nombre "Ariel" proviene de la obra de José Enrique Rodó, Ariel (1900), que compara la tradición mediterránea con el utilitarismo norteamericano y defiende a los pueblos hispanoamericanos. Se cita el libro de Rodó, defendiendo el espíritu sobre el progreso material, para explicar por qué se eligió el símbolo para los premios.

El Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE) defiende el apoyo financiero de 3.5 millones de pesos a la película El crimen del padre Amaro. El director del IMCINE, Alfredo Joskowicz, explica que el apoyo fue colegiado y se apegó a criterios de calidad (guion de Vicente Leñero, dirección de Carlos Carrera) y al Artículo 6º constitucional. El IMCINE refuta las quejas del Comité Pro-Vida (que alegaba que la cinta afectaba la moral y los derechos de terceros) con base en la libertad de expresión.

La película El crimen del padre Amaro es seleccionada para participar en el 50º Festival de San Sebastián, optando por la Concha de Oro. La cinta, con guion de Vicente Leñero, ha sido un éxito taquillero en México, recaudando 80 millones de pesos en diez días y superando récords previos. El autor menciona el efecto negativo de la controversia conservadora, pues podría provocar una disminución de recursos al fondo Foprocine para financiar cine de calidad.

El autor se suma al público que ha visto la película El crimen del padre Amaro, gustándole mucho y considerándola de gran calidad artística. Elogia la dirección de Carlos Carrera y el guion de Vicente Leñero, quien actualizó la trama del celibato sacerdotal con temas de violencia política y corrupción. El artículo desvirtúa las supuestas blasfemias denunciadas por grupos conservadores sobre la hostia y el manto de la Virgen.