Con sólo cinco cuartillas (menos la mitad de una, dedicada a ilustraciones) el diseñador industrial Alejandro Lazo Margáin se colocó en un lugar equivalente a Jorge bargüengoitia, que escribió páginas y páginas de humor antes de ser el autor consagrado que todos conocen. Lo malo es que la prosa del DI Lazo Margáin ha servido no para hacer reír solamente, como la del escritor guanajuatense, sino para privar al Partido de la Revolución Democrática de uno de los rasgos de su identidad, en un asunto que esta tarde resolverá en definitiva la Comisión Federal Electoral..
