AGC-UAMC.MAGC.01.015
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2010
Parte de Acervo Granados Chapa.
- Columna La Calle que continua con la revisión de la película Justicia para todos de Norman Jewison, Arthur Kirkland, el joven abogado se afana para no faltar los martes a una cita sagrada : Visita a su abuelo en el asilo de ancianos en que espera la muerte, a aquejado por el Alzheimer, cuando el destino lo coloca en el trance de ser defensor de un el juzgador es acusado de haber violado y golpeado a una mujer, y a través de un intermediario pide a Arthur que lo defienda, movido por el respeto profesional que le guarda, Kirkland prepara la defensa del juez, al que somete al detector de mentiras, que muestra que Fennimore es inocente, por casualidad con un testigo de que el asaltante de la mujer que acusa al juez, una prostituta, es un delincuente conocido, pero pronto conoce pruebas en sentido contrario, colocado en un delicado dilema moral, Kirkland lo resuelve iniciando ante el jurado la defensa del juez, pero súbitamente su argumento cambia de rumbo y lo denuncia con tal vehemencia que consigue que se le condene, aunque sólo hubiera un testigo de cargo, la propia víctima..