La columna conmemora la muerte del violinista Isaac Stern, a propósito de la noticia que el solista Olivier Charlier dio al público en la sala Nezahualcóyotl. El autor destaca la labor de Stern como maestro de músicos como Itzhak Perlman, Pinchas Zukerman y Yo Yo Ma. Se menciona que Stern, a pesar de su labor como solista, dedicó gran parte de su vida a la promoción cultural, salvando del derribo al Carnegie Hall de Nueva York.

El artículo reseña el concierto de la Orquesta Sinfónica de la UNAM, destacando la actuación del director Ronald Zollman y del violinista solista Olivier Charlier. Se menciona que el concierto fue un homenaje a Beethoven y que el solista interpretó la obertura de su ópera Fidelio y su concierto para violín. El autor elogia a Charlier, quien estuvo a la altura de las exigencias de la obra, considerada la más hermosa de su género.