El autor comenta el hallazgo de libros censurados por la Inquisición en la Biblioteca Palafoxiana de Puebla. Uno de los libros prohibidos era el Quijote. El autor señala que la censura no es una práctica del pasado, citando a la Asociación Norteamericana de Bibliotecas, que cada año publica una lista de obras censuradas. Se mencionan autores prohibidos como Homero, Giordano Bruno, y Carlos Fuentes.