La noche de 28 al 29 de septiembre de 1978, treinta y tres días después de que había sido elegido Papa y escogido el nombre combinado de sus dos antecesores (Juan XXIII y Pablo VI), Albino Luciani, el antiguo Patriarca de Venecia, fue hallado muerto en su lecho en el Vaticano. Contradicciones e inexactitudes en la información sobre el insólito hecho contribuyeron a que se creara una conjetura terrible, según la cual el predecesor de Juan Pablo ll había sido asesinado.

Sobre la determinación del Presidente Salinas de Gortari en lo referente a la relación Iglesia Estado. Granados Chapa enfatiza que un estado laico ha funcionado fervientemente sin la necesidad de la incursión de la iglesia en los intereses nacionales.